Mantas de lana artesanales

¿ Qué quiere decir que hacemos Mantas de Lana Artesanales ?

Mantas de Lana Artesanales quiere decir que seguimos las técnicas tradicionales en su confección. Así iniciaron en 1876 nuestros pioneros bisabuelos, con los medios que tenían a su alcance, la artesanía de la lana. Hasta hoy continuamos la tradición confirmándola en la actualidad con el carnet de artesano que se nos concedió y mantenemos.

Confeccionamos mantas artesanales de pura lana de oveja. La oveja propia de nuestra comarca es la Xisqueta, autóctona de los Pirineos. Esta raza de oveja está en peligro de extinción, encontrándose en los núcleos más montañosos de los Pirineos y en algunas tierras mas llanas cuando realizan su anual y ancestral trashumancia.

Son auténticas mantas de lana artesanales porque mantenemos para su confección las herramientas y máquinas del siglo pasado heredadas de nuestros padres y abuelos..

Pasar de la lana a las mantas es un proceso artesanal que requiere de diferentes pasos.

Preparación de la lana

La lana esquilada, sucia y apelmazada, llega en sacos que son pesados con la romana. Las primeras operaciones son la clasificación, el lavado y el secado en los ballartes.

Peinado de la lana

Con la ayuda de las cardas se disgrega el vellón, se individualizan las fibras de lana y se orientan en la misma dirección. Aparece la napa, producto que tradicionalmente se utilizaba en la confección de edredones.

Hilado de la lana

La napa se segmenta en mechas que, tras un proceso de estirado y torsión, dan lugar al hilo.

Teñido de la lana

Con el tinte se da color a la lana sumergiéndola en agua con colorantes. Posteriormente el hilo se centrifuga.

Tejido de la lana

Es la operación más importante de todo el proceso de elaboración. En el telar, jugando con los colores elegidos, se cruzan hilos longitudinales (urdimbre) con otros transversales (trama) y aparece el tejido.

Perchado de la lana

El proceso finaliza con la elaboración de flecos y el perchado con cardos naturales (Dipsacus fullonum L.), obteniendo del tejido un tacto suave y una sensación de abrigo. Las mantas se cortan y, por último, son etiquetadas.